NACE EL ALMENDRO
Basándonos en la Declaración de los Derechos del Niño, iniciamos nuestra tarea brindando contención y apoyo a las familias, que experimentaban situaciones de riesgo y vulnerabilidad. Un gran porcentaje de niños, jóvenes y adultos afectados por el consumo provienen de familias disfuncionales, en las cuales el alcohol y la droga provocan la expulsión de muchos de ellos a la calle. Fuimos una de las primeras instituciones en capacitar a operadores de calle para que aprendieran a profundizar la contención, orientación y derivación a centros de día, y así encauzar sus vidas y reinsertarse socialmente.